2º BARRIO DE TRIANA /CALLES/PLAZAS/EDIFICIOS/ MONUMENTOS/BIBLIOTECAS/MUSEOS/DETALLES/IGLESIAS/ERMITAS

CALLE MALTESES del "Agua" o de "Gotardo"
 
 


Con anterioridad se denominó calle del Agua; después, de Gotardo y a partir del siglo XVIII, los Malteses, que en palabras de Domingo J. Navarro era debido a que allí existían «… las únicas tiendas del modestísimo comercio de toda la isla, representado por tres avecindados malteses…», haciendo referencia a los naturales de la isla de Malta que emigraron a Gran Canaria y abrieron tiendas.

 
 
 
 
 
En la antigüedad, algunas de las calles de la Ciudad, consideradas como «lugares urbanos» se constituían en topónimos al recibir su nombre por el origen de sus moradores, la ermita o el convento próximo, la actividad que en las mismas concurría, etcétera.
 
 






Así surgieron nombres como de Los Portugueses, de los Herreros, de los Camelleros, de los Moriscos, de la Mancebía, etc., si bien solo algunos de estos nombres han perdurado como es el caso de la calle de los Malteses.

La calle no sólo ha conservado su nombre, es además una de las pocas calles a este lado del Guiniguada, en el barrio de Triana, que sus viejas casonas ven pasar los siglos conservando su antigua estampa.

El flujo migratorio desde la isla de Malta hacia Canarias tuvo varias causas. Una de ellas sería la decadencia de la Soberana Orden, que provocó un período de inquietud social y de revueltas que trajo consigo la crisis del comercio maltés y, de modo especial, de la actividad pesquera. Esas circunstancias adversas motivaron el éxodo de algunos comerciantes y armadores hacia nuestro archipiélago.

La colonia maltesa la formaron, entre otras, las siguientes familias de apellidos como Sortino, Inglott, Parlar, Portelli, Magrid, Bonello, Grek, Azopardo, Olleño, Ferrugia, Ostia, Espiretti y otros.

La mayoría abrió sus tiendas en La Peregrina y en esta calle que entonces era llamada de Gotardo, pero por su notiriedad comenzó a ser conocida por Los Malteses, al igual que pasara en Sta. Cruz de Tenerife.
 
 
Al tratarse de una importante calle que comunicaba la calle Mayor de Triana con la Alameda de Colón para acceder desde aquí a la Plaza de Santa Ana que acogía la Catedral y el Ayuntamiento, además de otras importantes sedes como el Obispado y la Casa Regental, discurrían por ella los grandes actos populistas que a partir de la segunda mitad del siglo XIX se organizaban para reivindicar la división provincial, objetivo al que aspiraron los correligionarios de Fernando León y Castillo, y después sus sucesores, Leopoldo Matos y José Mesa y López.
 
 




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                                                  CALLE MAYOR DE TRIANA



Hasta hace un siglo con la construcción del Puerto de La Luz y de Las Palmas en la Isleta, Triana era un barrio marinero. Hoy lo único que ha quedado para el recuerdo de su ambiente marinero es la Ermita de San Telmo, (en el extremo norte de la calle) originariamente construida a principios del siglo XVI. La ermita actual fue construida en siglo XVIII



Recorriendo la Calle Mayor de Triana, principal arteria de este barrio, podremos descubrir no solo en su sentido sino también en sus perpendiculares un magnífico conjunto de arquitectura modernista que se prolonga en las calles aledañas, como la calle Cano, donde se encuentra la Casa-Museo Pérez Galdós.
Subiendo por una escalinatas que antiguamente bordeaban el barranco Guiniguada, se llega a la Plaza de Hurtado de Mendoza, popularmente conocida como La Plazuela o La Plaza de las Ranas. La Alameda de Colón, cuyos laureles de indias se plantaron en 1842, está rodeada de varios edificios de particular relevancia, como el Gabinete Literario, el Centro de Iniciativas Culturales de la Caja de Ahorros, varias viviendas señoriales y, por encima de todos, la Iglesia de San Francisco








En el siglo XIX, empiezan a aparecer en Triana diferentes tipologías arquitectónicas como teatros, alamedas y paseos, concebidas para atender las inquietudes sociales de la burguesía residente en el banco, enriquecida gracias a las actividades agrarias y comerciales. Las desamortizaciones decimonónicas propiciaron la privatización y venta de los tres conventos establecidos en Triana, con sus huertas y dependencias respectivas, dando lugar a la creación de nuevas calles, plazas, viviendas y edificaciones públicas, entre ellas la Calle Mayor.
A partir del último tercio del XIX, se levantaron en ambos extremos del barrio de Triana (Las Palmas de Gran Canaria) dos construcciones fundamentales en la fisonomía del barrio, pero la que influye directamente a la Calle Mayor es el Gobierno Militar en la confluencia de la calle de Triana con el llamado paseo de los Castillos (Bravo Murillo) y Se atendió, de igual forma, a la alineación de las principales vías, especialmente de la Calle Mayor de Triana. La otra construcción fue el Teatro Pérez Galdós.
A principios del siglo XX, la arquitectura modernista configuró un tipo de edificación muy característica en el barrio. Muchas de las familias acomodadas que residían en Triana acometieron la empresa de renovar y embellecer sus viviendas como un signo de distinción social. Encontramos muchas de estas decorativas fachadas en la calle Mayor de Triana y sus perpendiculares.
La arquitectura racionalista de los años 20 y 30, propició la construcción de otro de los edificios emblemáticos de Triana, como fue la sede del Cabildo Insular de Gran Canaria, obra de Miguel Martín Fernández de la Torre, en la esquina de las calles Bravo Murillo y Pérez Galdós, sobre un solar en el que anteriormente se celebraban peleas de gallos.
Por otra parte, también el progreso técnico e industrial llegó al barrio trianero, especialmente en lo que a sus calles y plazas se refiere. El antiguo alumbrado de farolas de aceite y de petróleo fue dando paso a la iluminación eléctrica. Asimismo, hasta los años de la Segunda Guerra Mundial y la posguerra, circuló por la calle Mayor de Triana un tranvía popularmente conocido como "La Pepa", locomotora a carbón que fue inaugurada el día de San José (de ahí su nombre) de 1890. Realizaba el servicio entre el centro histórico y el puerto de La Luz. Sus raíles permanecieron durante décadas a la vista de todos, hasta quedar sepultados por el asfalto y la posterior pavimentación de esta vía, actualmente peatonal.








Dentro de los personajes destacados en la vida cultural y artística de la ciudad, debemos reseñar como residentes en Triana los nombres del literato universal Benito Pérez Galdós y del poeta Tomás Morales. Asimismo, no debemos dejar de referimos a la imagen que algunos pintores canarios nos han legado de determinadas partes del barrio, como es el caso de Comas QuesadaNicolás Massieu o Juan Betancor.










CALLE AVDA. RAFAEL CABRERA



Construcción de los Aparcmientos Triana ( Avda. Rafael Cabrera /Francisco Gourie/Cervantes/Munguia



CALLE BUENOS AIRES








CALLE CLAVEL


La calle Clavel llegava desde Mayor de Triana a calle La Marina, hoy Fco. Gourie.








CALLE FRANCISCO GOURIE
 ANTES DE LA MARINA





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